TELEFONO

Tengo esas ganas exquisitas de tomar el teléfono y pronunciar tu nombre.
quizás a mi boca se le olvide como pronunciarlo;

o, quizás, pierda el valor.

Tengo esa sensación mágica de creer que estás esperando mi llamado,

que llevas semanas esperando mi voz al otro lado de la línea.

Tengo esas ganas de criar sueño, donde antes estaban los otros.

Tengo esas ganas eufóricas de sentir como te enojas porque hablo mucho,

porque pinto de suspiros tus pasos,

porque te imagino como escultura griega, perfecta.

Tengo esas ganas de marcar tu número en mi teléfono y sentir como me respondes, de forma molesta, porque te he despertado brutalmente en medio de la noche;

yo te diría: no te enojes, sólo llamaba para decirte que te quiero.

Tengo ganas de llamarte y decir: disculpa, me equivoqué de nombre, de número, de hora... no quería llamarte a ti.

Sé que te reirías porque sabes que mis cosas nunca son intencionales.

Tengo ganas de tomar el teléfono y demostrarte que aún recuerdo tu número, pese a la cantidad de arena que lanzaste (tiene varios cincos);

quiero comprobar que todavía te sabes el mío; me dirías, riéndote:

"no sabía que éste era tu número, es que lo has cambiado tantas veces"

Nos reiríamos o te enojarías; aunque últimamente solo te enojas.

Tengo ganas de marcar tu número por error.

                                      o mandarte un mensaje desde mi iphone

                                              o del compu.

Tengo ganas de saber que todavía te ríes conmigo.

Tengo ganas de llamarte y contarte que todos están bien,

que hay dolores que nunca pasaran,

que los fantasmas siguen,

que los proyectos todavía sobreviven a pesar de los muertos.

Tengo ganas de contarte mis experiencias, de esos romances pasajeros, de esas miradas, sólo para sacarte celos.

Tengo ganas de marcar tu número y dejarlo encendido para que no escuches nada y digas del otro lado: aló, aló... te enojarías y te reirías. Dirías, esto no cambia. 

y luego yo te diría´: "tú me pediste que no hablara tanto, que guardara más silencio".

Tengo ganas de llamarte y decirte que te vengas a mi casa, que estoy solo, o mejor aún, que nos escapes a la playa; nunca he perdido la esperanza de poder tenerte a solas)

Tengo ganas de llamarte y leerte estos versos,

pobres, simples y tristes versos.

poder decirte que te extraño.