En estos momentos

tomo el ancla que sujeta de mis palabras
acomodo mis pensamientos en la distancia...
Los días me golpean y me añejan el rostro, endurecen
los dientes apretados
lengua salpicada de improperios
telarañas místicas
soñolientas
esas que conservo como gotas de sudor en mi espalda
y la soledad me gratifica con su amistad
no quiero dudas
ni cavilaciones
ni remordimientos
ni cariños partidos
corazones trizados
salpicaduras de baño
tenedores en platos de sopa
prefiero vivir con aquellos fantasmas que sobreviven a mi creación
que me importa la muerte
de aquel que un día construyó praderas
en terrazas doradas por el sol
que importancia tiene el amor del prójimo
si para eso debo sacrificarme aún más
que importa la vida después de la vida
si es está la que no lograste superar
que importa lo que escriba
si la ignorancia y la simpleza
sólo ven letras muertas
y la soledad endurece mi caminar
¡prefiero matar esos lazos que me ataban a tu nada!