Blogalaxia

De la necesidad de escribir

"que el verso sea una llave que abra mil puertas. Una hoja cae; algo pasa volando;(...) Estamos en el ciclo de los nervios.El músculo cuelga,Como recuerdo, en los museos; Mas no por eso tenemos menos fuerza:El vigor verdadero Reside en la cabeza."
Don Vicente

esas cosas

DESDE HOY

¿qué nos lleva a quedarnos quietos,

muertos en la distancia del océano, donde las olas son más lentas

donde te reconfortas con el deseo de dormir

para siempre?

y cada vez que veo la vida trazada en una lámina,

tiemblo.

en las tardes, cuando el sol se oculta, me veo triste,

tengo tanta lastima de mí

que lloro ante el caminar tenebroso de mis palabras.

y durante los melancólicos recuerdos que conservo,

son pocos los que me traen ese olor a tierra húmeda que tanto disfruto.

A veces, resumo mis errores;

multiplico esos objetos que me dan felicidad.

mas, veo como las olas de mis pesares se adentran constantemente,

planta sedienta de mi propia sangre,

la frialdad de montañas esparcidas en el cielo.

¿por qué entonces el espejo me mira con tristeza en la mañana que continua a la muerte?

quiero esparcir mis restos en las oraciones,

en los cirios,

en los rincones olvidados,

en esa esquina,

en ese consejo...

(¿cómo puedo hablar de hormigas y alces

caballeros, halcones, llaves extraviadas,

cuando no puedo reconfortarme en mis propios exhortaciones?)

y tomo el látigo,

me golpeo la espalda, ya ensangrentada,

escribo mi nombre en las paredes de mi habitación.

cansado de ahorcarme, suicidarme todas las tardes...

viendo el fin de los sueños, contando los fracasos...

epilogo de aquel libro que recuerdo en mi cabeza

fragmento, quietud de mi alma, muerte infinita

soledad, constante plegaria, sensación de piedad,

demonios que me sustentan, juicios que oigo,

mis ojos que se cierran en el camino.

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