Poéticamente indeciso
abro el pabellón de tu mirada,
me confieso en la infinita quietud de tus largas pestaña...
me desahogo
y me aferro a la nostalgia de encontrarte como un barco anclado de la magnitud del espacio.
Y las muchedumbres de seres hambrientos pasan sobre mi cabeza
aplastando los últimos recuerdos de las noches cuajadas de sangre y dolor.
Las palabras se congelan en esas bocas donde antes existía el sosiego,
esas palabras que antes sostenían el firmamento,
palabras llenas de verdades,
¿por qué tu voz nunca supo pronunciar mi nombre?
¿Por qué no tengo valor para pronunciar el suyo y decirle que la extraño, como las montañas extrañan el sol o como el río extraña al mar?;
La alegría de ser humano se alarga con esa gracia eterna que habita en la mirada...
esas miradas frágiles que hablan de mundos ajenos,
esos mundos que conviven con la dulzura de atardeceres y
la plenitud de las lágrimas petrificadas en la cuenca de tu paladar...
POÉTICAMENTE
Arrojado por Efren en 12:43
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