carta escrita por un fama que subió 36 peldaños de una escalera

36 horas.... ¿en cuántas resucitó cristo?... pregunta altanera,
normal, irracional, estúpida, ingenua, incoherente, agnóstica, radical. desde
ese minuto crucial en que todo se acabó, cuando mi torre de desaplomó en las
orillas del río oriental, los dragones volvieron a ocupar el firmamento, las
batallas se hicieron en las calles de Pompeya, la ciudad de los césares ardió
lentamente. Dejamos de ser simples seres que un día, cualquiera, se encontraron
pacíficamente en las abultados laberintos de esta ciudad sin limites.
No me
arrepiento de nada... No soy como Lázaro, ni menos el centurión romano;
simplemente soy un caballero, de ánimo triste, de andar solitario, que creyó ser
importante, porque por primera vez siento que estaba haciendo lo que su corazón
le decía... pero ¿por qué las aves mienten? su canto no es confiable, sus cantos
son destructores... sé que todo es mi culpa, por creer en las musas y los
engaños del malvado puck. Pero todo me dice lo contrario: las cartas me hablan,
las estrellas, el péndulo y los oráculos ¿es posible engañar al destino? ¿Cómo
es posible que insistan que debo esperar, cuándo lo racional dice lo contrario?
Edipo, intentó torcerle la mano a su trágico destino y termino cumpliendo a
cabalidad lo que el vidente le dijo.
entonces: en tan
solo 36 hojas del libro que he leído, el personaje principal toma el tren
rumbo al occidente en espera que la suerte lo acompañe... en 36 semanas los
elefantes dan a luz, en 36 partes es posible construir y desconstruir
el cielo, en 36 escasos segundos, un hombre puede morir cruzando la
calle, 36 números tengo guardados en mi celular, 36 piedras
encontré camino a casa... 36 recuerdos tengo en mi
cabeza...