soy la marca que deja el viento.
fuerza que arremete sobre la tierra devastada
gente temblando en predicas de salvación.
soy el que miente,
la perturbante miranda de la caridad perdida.
soy el que te aquieta y te confunde, enigma constante más allá del todo.
soy la falacia y el silogismo,
el astronauta y el cazador de sueños;
el que creyó en el fracaso y en Lázaro,
el que durmió colgado de una estrella y al salir el sol se levantó dando gritos de espanto.
Soy el que caminó concienzudamente entre hospitales desiertos,
la paradoja que se revuelca en el piso.
soy esa distancia que habita en la mirada
paladar templado en acero,
rostro sometido al dolor.
Soy el que duerme acurrucado a tu recuerdo,
sometido a tu capricho...
el indigente orgulloso de convivir con la muerte
el que construye imaginariamente tu retorno.
Soy el que disfruta de la simpleza, rescata moradas perdidas, el que suspira en las ventanas, el que se casó con la soledad y te desea como amante
Soy el que escribe y define tu mundo en partículas,
el que separa las aguas y disfruta viendo los barcos salir.
Soy el que te mira
Soy el que me mira
el que me define y espera en silencio llegar.
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