“Me levanto entonces y no volveré el rostro atrás... que me importa a mí que las ballenas en el sur se estén muriendo... que me importa a mí que no encuentres nunca tu camino, sino eres capaz, ni por un minuto, de asumir que existo ni asumir que las nubes están allí para ser observadas... que me interesa a mi la tristeza de tus ojos y tu nostalgia eterna, que me interesa a mi tus historias y sueños, sino eres capaz de estar aquí conmigo para compartir los míos; Que me podría importar tus sentimientos retrógrados y tu cariño inmaduro si no eres capaz de demostrarlo con esas pequeñas cosas que nos hacen reír. Que podría importarme a mí de tu vida, si no eres capaz de entenderla tu mismo... y trato de comprenderte, trato, trato, y marco tu número mentalmente y mantengo eternas conversaciones cerebrales contigo, esperando que quizás tú también tengas las mismas conversaciones conmigo. Y siento que te equivocas, como cristo, como todos, y me da rabia saber que no estoy allí para levantarte... pero que me importa a mí que te equivoques, que me importa a mí que te rompas las rodillas de tanto caer. Y te veo sonriendo, que me importa a mí esa sonrisa, si sé que no es para mí... que importancia tiene que tu nombre sea la perfección silábica de todas las conjunciones gramaticales dispersas, si no estás aquí para pronunciar tu nombre junto al mío.
que me importa a mí si sales este fin de semana y te quedas en la playa, disfrutando de esa brisa marina, de ese cálido ambiente... que me importa a mi lo que a tu amigo le pase, si no sabes apreciar mi amistad... que me importa que la muerte te persiga, que ames tanto la muerte que la persigas... tanto o más que yo... que me importa tus cobardías, tus miedos, tus recuerdos... prefiero quedarme con esa imagen, esa imagen que conservo en esa billetera anticuada junto a mis más hermosos recuerdos... que me importa que tus amores se mueran, que tu sientas que debes protegerle... que me importa que estés sobre la ventana viendo caer una hoja seca... que me importa que no seas capaz de darte cuenta que te has equivocado y que te has vuelto una horrible decadencia de lo que alguna vez fuiste.
Que me importa a mi que me extrañes, si no eres capaz de decirlo... que me importa a mí que no me extrañes, si mi vida se reconstruyó sin ti... que me importa a mí que no me entiendas y creas que soy un loco simpático, un esquizofrénico anárquico, un anormal... que me importa a mí que no me encuentres atractivo si nunca te diste cuenta que existía... que me importa a mí si te enamoraste de mí, si nunca fuiste capaz de liberarte de tus propias prisiones...
Que me importa que definitivamente leas esto, si nunca serás capaz de responderlo...”
que me importa a mí si sales este fin de semana y te quedas en la playa, disfrutando de esa brisa marina, de ese cálido ambiente... que me importa a mi lo que a tu amigo le pase, si no sabes apreciar mi amistad... que me importa que la muerte te persiga, que ames tanto la muerte que la persigas... tanto o más que yo... que me importa tus cobardías, tus miedos, tus recuerdos... prefiero quedarme con esa imagen, esa imagen que conservo en esa billetera anticuada junto a mis más hermosos recuerdos... que me importa que tus amores se mueran, que tu sientas que debes protegerle... que me importa que estés sobre la ventana viendo caer una hoja seca... que me importa que no seas capaz de darte cuenta que te has equivocado y que te has vuelto una horrible decadencia de lo que alguna vez fuiste.
Que me importa a mi que me extrañes, si no eres capaz de decirlo... que me importa a mí que no me extrañes, si mi vida se reconstruyó sin ti... que me importa a mí que no me entiendas y creas que soy un loco simpático, un esquizofrénico anárquico, un anormal... que me importa a mí que no me encuentres atractivo si nunca te diste cuenta que existía... que me importa a mí si te enamoraste de mí, si nunca fuiste capaz de liberarte de tus propias prisiones...
Que me importa que definitivamente leas esto, si nunca serás capaz de responderlo...”
0 comentarios:
Publicar un comentario