Podría ser que hoy simplemente construyas
verdaderos castillos donde los hombres y seres imaginarios por fin subsistan,
donde todo se parezca a lo que ayer no fue... Podría ser que hoy sueñes con que
todo debe ser de una forma distinta a la que ayer fue... puede ser que sueñes
que hoy serás rescatada de la lluvia y que tú tendrás una casa con jardines y un
perro. Podrías soñar que alguien te ama lo suficiente y que ese amigo fiel por
fin te dice que te extraña tanto que está dispuesto a estar contigo. Podrías
soñar que las escaleras que no suben a ninguna parte por fin se acaban, que los
semáforos indican siempre la luz roja y que las palabras le afloran con
soltura como siempre debió ser. Podrías soñar que las ballenas en el sur no se
mueren y que la pintura es una buena forma para expresarnos.
Soñar.... Somos todos la imagen fiel de Segismundo.
Soñar que la vida se vuelven puentes que nos permiten cruzar los océanos en
un abrir y cerrar de ojos. Soñar que despierta abrazado de alguien que
anhelas, que caen copos de nieve por santiago y que mi mano toca la tuya
inocentemente. Soñar que logramos llegar al cielo y ver el rostro de Dios,
que respondes los mensajes de texto, que me llamas cada una hora para saber como
estoy. Soñar que la magia existe, que tú existes, que el amor existe,
que yo existo. Soñar que somos inseparablemente buenos amigos y que
nuestras casas quedan cercas, que pasamos juntos todos los días; Soñar
que un beso te puede dar vida, que las noches de frío son inmensas cuando
no tienes al lado lo que quieres, Soñar que la vida es un frenesí, un
sueño... Somos eso, un sueño, un simple... Sueño.
Y entonces tú sueñas que todo estará bien, que no sientes nada por mí.
Sueñas que al no pronunciar mi nombre dejo de existir. Sueñas, con mucha
certeza, que te aumento el ego al caminar descalzo en el tejado de tu
casa, y no te das cuenta que sólo haces que me sienta más tonto, más
humano... Sueñas que me lleno de celos cuando estás con otro (y sabes que
es así), y yo trato de no soñarte tanto, de dudar de esos indicios...
Carta de un motocilista que tuvo la osadía de andar escapando en las guerras floridas, inspirada por una soñadora Amelie.
Arrojado por Efren en 20:57
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2 comentarios:
Releí su blog y me acordé de mi cronopio que me rescató, ahora no entiendo porque después de rescatarme me abandonó, me acordé hoy cuando me encontré con una escalera que no subía y miré a mi lado y vi a la persona equivocada...me encantaría que hubiese estado él...
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