Cuando comencé escribiendo, hace un par de meses atrás, me preguntaba: ¿Qué se ama cuando se ama?... hoy, luego de constantes y rebuscadas respuestas, de constantes desengaños, constantes decepciones, constantes conversaciones y diversas distracciones, debo decir que aún no logro encontrar la respuesta. Te vi a ti sufriendo por ser otra... y me vi a mi entendiéndote distinta y pensé creer que eso era amor... pensé que el extrañar se transformaría en una traducción mal hecha de lo que se siente cuando se ama e incluso traté de justificar mucho de mi accionar en la búsqueda de tal vital sentimiento... Me he dado cuenta que puedo ser amado, y que puedo ser único, como tú lo eres para mí, para un millar de personas... ¿pero eso es amor?... creo que no puedo plantearme desde una perspectiva cientificista y decir que el amor es una ecuación de perfecta, porque el amar es imperfecto... Buscamos ser parte de un todo que no existe plenamente, pero en nuestro interior creemos que es así.
Entonces, te planteo que te amo... porque eres la imperfección; porque, pesé a todo, estas llenando ese espacio que creí que nunca nadie llenaría.... porque te extraño no como sinónimo de amor, sino como el deseo inagotable que tengo de escuchar tu voz en el teléfono o ver tu nombre en el MSN... o leer tus mensajes de texto que tanto me satisfacen... te quiero, porque sabes que estaré bien y que sabes que no necesito que me cuiden, sólo que me quieran... te quiero, porque sabes que te quiero y no necesitas que te lo diga todas las tardes, ni que te llame constantemente por teléfono. Te quiero por que se que quieres llamarme y te acobardas frente a mi numero, por que tienes tanto miedo a escucharme. Te quiero, no melosamente como siempre lo dices o quieres, sino que con mi brutalidad de siempre, con mis frustrantes palabras de héroe fracasado, de héroe que desea morir... (Recuerda que debo matar a los héroe que sobreviven en mí...) Te quiero, porque me admiras, y yo te admiro... y ahora solo me queda sentarme a verte...
Entonces, te planteo que te amo... porque eres la imperfección; porque, pesé a todo, estas llenando ese espacio que creí que nunca nadie llenaría.... porque te extraño no como sinónimo de amor, sino como el deseo inagotable que tengo de escuchar tu voz en el teléfono o ver tu nombre en el MSN... o leer tus mensajes de texto que tanto me satisfacen... te quiero, porque sabes que estaré bien y que sabes que no necesito que me cuiden, sólo que me quieran... te quiero, porque sabes que te quiero y no necesitas que te lo diga todas las tardes, ni que te llame constantemente por teléfono. Te quiero por que se que quieres llamarme y te acobardas frente a mi numero, por que tienes tanto miedo a escucharme. Te quiero, no melosamente como siempre lo dices o quieres, sino que con mi brutalidad de siempre, con mis frustrantes palabras de héroe fracasado, de héroe que desea morir... (Recuerda que debo matar a los héroe que sobreviven en mí...) Te quiero, porque me admiras, y yo te admiro... y ahora solo me queda sentarme a verte...
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